Estimados lectores,
He estado ausente porque he tenido
problemas para tener temas de inspiración, además estoy trabajando en otro
proyecto que también requiere inspiración del cual les hablare mucho más adelante.
Pero en este tiempo lo que ustedes
necesitan distracción y por eso he decidido escribir este articulo bien largo
para que si desean lo dividan para 2 días. Me voy a saltar la parte introductoria
de “estamos pasando por un momento bla bla” y tampoco les voy a hablar de
esperanza ni de días brillantes, porque los mensajes para subir el ánimo me
tienen HARTA. Quiero compartirles un análisis que hice, como siempre basado en
una experiencia vivida.
Tengo una compañera de trabajo, es de
Senegal y es una excelente ser humano, como hace tiempo no conocía, su esposo
es siquiatra, un día ella me confeso que estaba molesta con su marido porque el
día que el obtuvo su licencia permanente para ejercer la psiquiatría el llego a
la casa con un regalo para ella, una cartera Burberry de dos mil dólares y ella
se la hizo devolver. “tenemos 4 hijos”, me dijo, “como se atreve?”. Me dijo que
no es la primera vez que hace eso, hacen unos años le regalo unas botas de piel
de 900 dólares y ella me dice que a veces le da pena ponérselas. Gracias a Dios
he vivido todas las etapas económicas que una persona puede experimentar en su
vida y pude hacerle una anécdota, porque como saben, siempre tengo una anécdota:
Durante mi bonanza económica, tuve la oportunidad de viajar mucho y mientras
estaba en Paris, tuve en mis manos una cartera de muy buena calidad que costaba
por encima de los mil euros, yo tenia el dinero y cuando la iba a pagar, no
pude, empecé a pensar en mi mama, en mi hermana, no es que ellas vivieran mal
ni que vivieran en la precariedad pero me sentí culpable y pensé que no debía
comprar esa cartera porque era mejor invertir ese dinero en ayudar a mi mama o
a mi familia con alguna otra cosa “mas necesaria”….. aquí estoy en el 2020, sin
casa, sin familia, mi hermana esta exactamente en el mismo sitio, no tengo la
cartera, mami murió y lo peor es que ahora, no es que me estoy cayendo muerta,
estoy bien gracias a Dios, pero no puedo comprar esa cartera si quisiera. Al día
siguiente mi compañera se empezó a poner sus botas caras para ir diario al
trabajo.
Creo que eso no hay que explicarlo mucho,
pero se le pueden sacar muchas moralejas para aplicar en la actualidad y voy a
tomar una de esas moralejas porque no puedo aplicarlas todas y es sobre lo que
verdaderamente nos duele de nuestra situación actual y es que hemos tenido que
ceder nuestro libre albedrio… nos encontramos con la pared: ¡NO SE PUEDE! Y eso
nos afecta el ego.
La generación anterior a la mía tuvo muchísimas
dificultades y no tenia acceso a las cosas que nosotros tenemos acceso, para
mencionar una, acceso a la información en tiempo real, para mencionar otro ejemplo…antes
no todo el mundo tenia el privilegio de viajar, pero en mi generación conozco
MUY pocas personas que no nunca han viajado en su vida, la mayoría de mis
allegados coge el calendario y dice: ¡me voy! Aunque lo hagan a fuerza de
tarjeta de crédito. Podemos ir al salón de belleza y hacer lo que queramos, ya se
puede decir en voz alta nuestra preferencia sexual, puedes vestirte como
quieras, puedes cambiar de trabajo, puedes renunciar por whassap, podemos votar,
cambiarnos de país, denunciar el acoso, podemos elegir no casarnos,
divorciarnos, no tener hijos y podemos comprarnos lo que queramos y un millar
de cosas más, pero por el momento… y no sabemos hasta cuando NO PODEMOS HACER
NADA DE LO ANTERIOR y ya no estamos acostumbrados a escuchar la palabra NO!
Hacen un ano leí un informe sobre los
suicidios infantiles y noté una similitud y era que los niños se “deprimían”
cuando sus padres les negaban algo o cuando no podían obtener algo que querían como
por ejemplo lograr que sus padres no se divorcien. Increíble lo que hace no
estar acostumbrado a recibir un NO.
Pero
trayendo mi anécdota a colación, que cosas te niegas vivir por la culpa de que
parece un lujo? Y vives diciendo: la vida es corta, hay que vivir el día a día….
Si quieres algo, ve por ello porque un día no será posible, llegará el tiempo, decía
mi mama, que, aunque tengas el dinero no podrás comprar.
Voy a terminar con una solicitud de
solidaridad general con nuestros allegados, hay personas que toman los tiempos
de cautiverio de formas muy diferentes y les afecta mucho, no respondan a
personas de mal humor ni tomen decisiones que luego, cuando esto se acabe nos
podemos arrepentir. Si alguien les dice algo mal dicho, respire y siga. ¡Los
que se ponen locos, dejen su loquera! Y sean adultos, pero los que aguantamos
un chin mas porque hemos sido probados a fuego…seamos pacientes.
Les veo del otro lado! y.... en realidad estoy a 1 mes de comprarme mi fokin cartera!