Hola mis queridos seguidores.... Una vez mas por aquí, aún caminando después de tantas cosas.....De las cuales escribiré a su momento.
Una de mis cosas favoritas es viajar, es una de las actividades que mas te abre la mente después de la lectura, me gusta viajar pero mas me gusta que mis allegados viajen, me emociona mas que si fuera yo, porque es como si añadiera una persona mas a mi mundo, me encanta ver el rostro de las personas después que regresan de un viaje....no tanto viajar a Estados Unidos, viajar a un país de cultura e idioma totalmente diferentes. Yo tuve la suerte de, en mi primera salida del país, visitar Europa por 21 días....TODO me dejaba la boca abierta. A parte de descubrir lo inmenso y desorganizado que es el Aeropuerto de Barajas en Madrid, los atracadores Internacionales en la Torre Eifel en París, lo libre que viven los matrimonios homosexuales en Alemania (A propósito, los hot dog que sirven en Alemania, la salchicha es mas grande que el pan, jejeejeje), A todos nos pasa, que viajamos y descubrimos algo..... en mi primer viaje descubrí.....El silencio en HD.
Alemania es bellísimo, muy limpio, muy verde, muy organizado, al llegar a la casa que nos recibió nos advirtieron a mi y a mi compañero que no podíamos bañarnos después de las 10 PM porque es mala educación y los vecinos escuchan el ruido, y yo me preguntaba: como va a ser que de casa a casa se va a escuchar una simple ducha.....claro, mi mente virgen pensó que en Alemania habían colmadones con bachata y deliveries con el motor alante. Inmediatamente me dieron mi habitación, habitación que anteriormente pertenecía a la antigua jovencita de la casa que ya estaba en la Universidad en Francia y por ser Yo la única visitante versión femenina, me la cedieron para mayor privacidad, me duché, me fui a dormir.....y comprendí todo!.....Queridos Amigos, la bulla del silencio es HORRIBLE, NO puedo describirles con palabras lo frustrante, penetrante y funesto que era el silencio, podía escuchar absolutamente TODO en mi cabeza, recordé cosas hasta de mi niñez, se me metió un pito en los oídos y eso mas mis recuerdos me estaban volviendo loca, tenia los ojos brotados y para colmo, de decoración había una muñeca grandota de porcelana, de esas antiguas que tienen 2 trenzas hechas de suape, en una mecedora que juro se movia sola.... comencé a ver la muñeca reírse y me recordé de Chuki el muñeco Diabólico y me dije a mi misma: Ya vinieron por ti Lulde!
En una hora, ya estaba paranoica, la muñeca me miraba fijamente....alcancé a coger un zapato (como que un zapato le iba a hacer algo a chuki) salí corriendo y cuando salí al pasillo, con el piso de madera rechinando como en las películas de terror, las luces eran automáticas y se prendieron solas, ahí corrí mas rápido pues aquí no había llegado esa tecnología y llegue hasta la habitación de mi compañero jurándole que había una muñeca en mi habitación riéndose que no me dejaba dormir, mi compañero me "jamaquió" y me decía Lulde reacciona por favor! Yo le decía El silencio, la mecedora, la muñeca, el silencio! y el me comprendió, me puso unos audífonos en los oídos y me tranquilicé y luego de una hora, me pude dormir. Al amanecer, pusimos la muñeca en una funda de almohada abajo de la cama y con el audífono dormí por 3 días hasta que me acostumbré.
WOW! que importante e influyente es el silencio, escuchar tus propios pensamientos, escuchar a los demás, recordar cosas de tu niñez que te hacen entender porque eres como eres hoy, reflexionar lo que dijiste o mejor, lo que vas a decir antes de decirlo, escucharte a ti....lo que tienes que decirte a ti mismo....sin hablar, sin decir nada, guarda silencio y observa a los demás, se aprende mas escuchando que hablando, mientras mas hablas mas erras, pero el silencio, no hiere a nadie. CALLATE! y escucha-TE! Es difícil, pero se puede.
Luego de estos 3 días, me encantaba andar sola y caminar por largas horas mirando los edificios, extrañaba mi país pero, cuando llegué aquí nos recibieron con un perico ripiao en el AILA y un trago de Brugal, me estallaban los oídos salí y el ruido me hacía daño, vi el río Ozama tan feo! yo acostumbrada a caminar por el río Rin, llegue a casa, no comí y tuve depresión post-viaje por 1 semana. Desde esos días, aunque me encanta mi ruido caribeño, busco el silencio de vez en cuando para escuchar lo que tengo que decir.....o escribir.....
Espero que lo hayan disfrutado, cualquier corrección u opiniones escriban a: daianacan@hotmail.com. Conviértanse en seguidores de mi blog, lo necesito!
Jajajajajaja, ay amiga. Es un duro golpe cuando uno tiene volver a su realidad, como usted dice; que en los baños no se usan zafacones (un poco fuerte), que se bebe agua de la llave a toda confianza (que en un viajecito aprendí que se llama grifo), que las monedas SÍ valen aunque sea para darle una vuelta más a la secadora en la lavandería…en fin.
ResponderEliminarAprovecho para compartirte el “sendo” susto que me dí hace 2 días. YO, Angela Abreu, que creo hasta en los gatos, he estado “viviendo” sola por semanas, resulta que mi mente siempre ha querido sabotearme la paz haciéndome creer que nunca estoy sola, algo así como la novela “Alguien te mira”.
Pues, al momento de cerrar todo y empezar a apagar las luces voy echandándole bendiciones a cada puerta y a cada ventana mientras camino de espaldas rumbo a mi habitación. Por regla, el celular se pone a cargar junto a mis pies (por si cualquier emergencia no me quede yo sin celular a mano y sin batería) con la pantalla hacia arriba (las pantallas de los BB son lámparas fluorescente).
Oh!, ya a las 4 AM mi cuerpo le dio deseo de “drenar” y cuando abro los ojos…. Zas! Veo entre la oscuridad y la humildad de la luz del bb un hombre alto casi de 6´5 pies de altura, de espaldas con pelo rizado y largo hasta los hombros, y como con una capa blanca. Pensé: “yo sabía que alguien me taba mirando, míralo ahí, llegó el momento de la verdad, ¿sobreviviré?”.
Pero al estrujarme par de veces los ojos, abrirlos y cerrarlo hasta lograr bien el enfoque me dí cuenta de la verdad: la bendita cortina se desenganchó de algunas partes, y lo que tiene encima que parece cenefa, también se desprendió lo que dio el toque de pelo rizado a la cortina. Ohhh mente retorcida la mía.
En otro orden, he hecho los esfuerzos en aprender a “escuchar” el silencio en medio de la bulla. El está, ahí, en la esquinita, callado, con bajo perfil, escondiéndose de los acosos de la bulla, el “allante” y el “apaviento”.
A veces he tenido que levantar la quijada, o subirme arriba de la cabeza de alguien para ver si encuentro a Silencio.
Cuando ella y yo nos sentamos a conversar: ufs. Salen desde mi más profundo recóndito, los mejores consejos, las mejores observaciones, las mejores estrategias, y en algún momento los mejores consuelos.
Busca a tu Silencio, y juntémonos las 4 a conversar, el pueblo verá como destruimos el mundo en 3 segundos. Jajajajajajajajajajaja.
jajajajaja, locaaaaaa!!!!
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